El Berrinche de Duck

Filiberto Vargas Rodríguez

Hace exactamente tres años, cuando el tema preponderante en la política nacional eran las elecciones federales, en el Congreso de Veracruz, la bancada panista, conformada por 21 legisladores se unió en un objetivo: Apoyar a Mauricio Duck Núñez para que obtuviera la oportunidad de contender por la Diputación Federal.
¿Acto de justicia política? ¿Solidaridad de sus compañeros?.......Nada de eso. Lo que querían sus compañeros de partido, es que se fuera. A todos les había llenado el hígado de piedritas.
Soberbio, imprudente, codicioso, Édgar Mauricio Duck Núñez, abogado con especialidad en amparo, mostró desde hace meses su decisión de traicionar a su partido y trabajar del lado del Gobernador de Veracruz, al grado de avalar con su presencia eventos que sus compañeros de partido habían descalificado previamente, como fue la presentación del plan para enfrentar la crisis, que tuvo lugar en el mes de diciembre. Al evento le hicieron vacío todos los Diputados locales del PAN, lo mismo que la dirigencia estatal de ese organismo político. Sin embargo, Mauricio Duck Núñez sí fué y criticó públicamente a los diputados locales de su partido. “No es la postura del PAN romper con el gobierno de Fidel Herrera”, dijo en esa ocasión.
Muy pronto, sin embargo, el propio Secretario General del PAN en la entidad, Hermann Ortega puso las cosas en su lugar y aclaró que Duck Núñez no tenía la autoridad para hablar a nombre del panismo veracruzano. La actitud de Duck Núñez con el actual Gobernador de Veracruz es muy distinta a la que asumió con Miguel Alemán Velasco. En aquel entonces fue el legislador que más insistió en impulsar la iniciativa para que el exmandatario veracruzano fuera sometido a juicio político, calentura que se le acabó cuando lo enfrentó Alejandro Montano Guzmán y le espetó en su cara que no tenía calidad moral para reclamar ese juicio político.
Entre los operadores políticos de la actual administración estatal Mauricio Duck está calificado como “un político barato”, porque con él “todo se resuelve con dinero”. Así, en su momento presionó para que el Congreso local interviniera en la administración de los Tiburones Rojos de Veracruz, pues él quería participar en los jugosos negocios que -le habían contado- se pueden hacer con la contratación de jugadores.
Para el panismo veracruzano este Diputado Federal es una auténtica decepción. Saben de su proclividad a la traición y por ello le impidieron llegar a la dirigencia estatal del PAN, como era su ambición y se le dejó, como parte de las negociaciones entre grupos, una Secretaría General adjunta, como mera figura decorativa. Por todos estos antecedentes, es de risa que sea el propio Mauricio Duck Núñez el que salga a los medios a protestar por la designación de su partido del exfutbolista Carlos Hermosillo como candidato a la Diputación Federal por el Distrito XVI de Veracruz, precisamente el que ocupa él actualmente.
Duck Núñez acusó a Miguel Ángel Yunes Linares y a “El Pipo”, Alejandro Vásquez Cuevas, de imponer a la mayoría de los candidatos a legisladores federales de mayoría relativa, entre ellos al propio Carlos Hermosillo. Pero fue más allá: Más consternado que el propio Javier Duarte -el priista que se medirá al exseleccionado nacional- retó a Yunes Linares y a Vásquez Cuevas a que “por lo menos” igualen la marca de 11 distritos electorales ganados en el 2006, “o de lo contrario, que se vayan del PAN”.
Seguramente Mauricio Duck Núñez está convencido de que el contador Guillermo Santos Martínez –quien ganó el proceso interno, pero declinó a favor de Hermosillo- tenía más posibilidades de derrotar a Javier Duarte. O tal vez piense que Emilio Gorbeña Marenco, quien ni siquiera pudo imponerse en el proceso interno, podría dar más batalla. Lo único que demuestra Mauricio Duck Núñez es que él era el más contento de que el “delfín” del Gobernador enfrentara un candidato de bajo perfil, pues para eso había operado él y una decisión del Comité Nacional le echó a perder su plan.